jueves, 5 de septiembre de 2013

Antaño, hogaño

2 comentarios
 
No hace tantos años, los partidos de fútbol a domicilio se tenían que escuchar por el transistor. No había solvencia económica para desplazarse y animar así al equipo alrededor de la geografía, y el único recurso que existía para los amantes del fútbol era la radio. Encender el aparato, sintonizar la emisora de turno, y estar atento no solamente al partido de tu equipo, sino a todos los demás. El fútbol era el plato de los domingo por la tarde, y si no cogías la antigua carretera de Sarrià hasta el mítico estadio no te quedaba otra que vibrar con aquel sonido grave, aquellas voces de textura y particular entonación que relataban con esmero todo lo que sucedía dentro de los terrenos de juego en los que el balón rodaba.

Eran otros tiempos, claro está. Más tarde llegó el televisor a la gran mayoría de domicilios, y con ella la retransmisión en abierto de algún partido puntual. Eran los sábados, los encuentros adelantados de la jornada, que aún seguía siendo mayoritariamente en domingo.
Hoy, aquel espíritu de encender la radio y oír el carrusel se ha perdido. Y lo ha hecho no porque no haya gente que sintonice las muchas emisoras que radian los enfrentamientos, sino porque los horarios tan dispares que padecemos, y en días históricamente tan poco futboleros, impiden la emisión de cualquier tipo de carrusel. Hoy, si enciendes la radio, escucharás tan solo un partido. Eso sí, el día y a la hora que quieras, porque hoy por hoy hay fútbol todos los días de la semana.
Los partidos, sean en abierto o en pago por visión, se retransmiten todos. Y el abanico de posibilidades que un seguidor tiene para ver a su equipo es muy grande. En cualquier bar, ordenador, tableta o smartphone... permitiendo a mucha gente ver a su equipo, pero a la vez dejando los estadios y los locales sociales de peñas (las que quedan aún en pie batallando), donde reside la esencia del fútbol, vacíos. Y la radio, que sigue ahí, haciéndonos compañía como sesenta años atrás.
Pero ante todo este atropello de fútbol moderno, no todo es tan negativo como parece. La radio supera a la televisión en rapidez informativa, pero la aparición de una red social como Twitter convierte la comunicación en instantánea. ¿Quién no estaba el lunes, entre las diez y las doce de la noche, actualizando su dispositivo sin parar a la espera de alguna novedad oficial de últimísima hora?
Hay cosas que cambian. Unas para mal; otras para bien.

2 Responses so far.

  1. Lo siento por ud. Yo me niego al biiiip biiip constante y empalagador; dejador y rompedor de conversaciones, estandarte de la mala educación y adalid trasnochador de un futuro de una buena relación
    Incluso los idiotas políticos trasmiten sus ideas mediante el bip biiiip, una pena. Se creen, como la mayoría, que eso les hace más próximos, más caseros, más familiares, cuando lo que les hace en realidad son unos impertinentes toca tocojones.
    Afortunadamente , ya le dije, que a mi no.
    Yo no estuve pendiente , ni lo estaré del resultado del partido por el biiiiip biiiiiiip, lo mio es en vivo y en directo, y en su defecto, la radio.
    Salut

  2. Pues yo tambien echo de menos aquel mítico y ya lejano carrusel , cuando eran todos los partidos a las 5 de la tarde menos el sábado que había uno en abierto por la noche y el del plus del domingo , y el bip bip bip como dice Miquel .......a mi me ponía enfermo pero tenía su morbo ¡ , decía gol en barcelona ¡¡ pero claro ahora adivina si era del espanyol o del equipo rival , al decir gol en ...pues ya te descentraba , esto va a peor ya no practicamente partidos en abierto , cada uno a una hora .
    Ventaja . ? Claro el que tenga el digital plus etc.... ve todos los partidos de la jornada en la tele por supuesto , pero bueno , me quedo con lo de antaño....
    Saludos ¡